jueves, 25 de diciembre de 2008

2003, lanzamiento del "Ofercomic" para deportes Preti; Rock and Roll, sorteos y la calle O´Higgins colmada de público en pleno Enero de Bahía.

Mi regreso a Bahía Blanca, está repleto de eventos insólitos que gracias a Dios, el destino o la experiencia de tantos años en ésta apasionante profesión, siempre tuvieron una increíble repercusión. En este nuevo tramo, la propuesta llegó de parte de César Líberman, propietario de Deportes Preti, una acreditada firma dedicada a la venta de calzado deportivo, con una larga trayectoria en este rubro. Los Líberman constituyen una sociedad de familia, y el fundador de esta empresa fué el padre de César, un visionario comerciante que comenzó desde abajo y con mucha capacidad le dió forma e impulso a este emprendimiento, para con el tiempo retirarse y confiarle a su hijo la conducción del negocio. La idea en principio era crear un folleto con ofertas de productos, pero tanto la intención de César como la mía, era no caer en lo clásico y usualmente repetido en éste tipo de anuncios, por ejemplo fotos de las prendas y zapatillas con el precio al pié , sino diferenciarnos en cuanto a la presentación gráfica y lanzar algo original tanto en el diseño como la calidad de impresión. En una de las primeras conversaciones que mantuve con César, nos fuimos poniendo de acuerdo en bocetar un producto publicitario que se llamó "Ofercómic" y sobre este nombre comenzamos a trabajar en la creación de una familia tradicional conformada por un matrimonio con tres hijos que deciden ir a Preti a comprar zapatillas y ropa deportiva. Ya con los dibujos de la familia protagonista, decidimos que las ocho páginas que contenía este folleto fuera de serie, fueran en verdad una historia hecha con los cuadritos y diálogos propios de un cómic y así con mucho entusiasmo, le fuimos dando vida en originales a todo color. Por primera vez en la historia de los volantes, se realizó un lanzamiento único del "Ofercómic", que además de un guión, dibujos y ofertas varias, tenía un cupón recortable para que quienes recibían la pieza gráfica en su domicilio o con entrega en mano realizada por promotoras ubicadas en lugares estratégicos de la ciudad, pudieran participar sin compromiso de compra de un importante sorteo extra con casi 200 premios. En los dos principales canales televisivos de aire de la ciudad y también en radio, se realizó una campaña televisiva muy contundente publicitando la aparición del "Ofercómic". La respuesta del público fué inmediata, en el acceso que Preti tiene sobre calle O´Higgins 46, la arteria más comercial y concurrida del centro bahiense, se colocó una urna de grandes dimensiones para albergar los miles de cupones que iban ingresando a diario y también un stand para suministrar información sobre este concurso que en el mes de Enero, tendría su cierre con el sorteo de diferentes y atractivos premios para aquellos que hayan participado. César es un personaje muy particular, no es un tipo estructurado o prejuicioso y además muy inteligente en el manejo de una empresa de esas características y simultáneamente, tiene un interior humano sumamente sensible e imaginativo que le permite mantener intacto a su niño interior. La personalidad de César me impactó desde que lo conocí, porque entre sus virtudes, además de ser un comerciante muy responsable, también posee la invalorable condición de ser un buen amigo de sus amigos.
"El Ofercómic" número uno, fué un éxito rotundo. Habíamos logrado nuestro cometido. El público se sorprendía al ver el ejemplar, lo leía con interés, guardaba la pieza que había sido impresa en muy buen papel ilustración y además recortaba los cupones que superaron por su cantidad todos los cálculos iniciales.
Cuando llegó el momento de armar el gran show del sorteo, César se encargó de ocuparse de todo lo relacionado con el montaje del escenario, sonido y contratar a Rulo Delgado, un conocido músico local que años atrás, y antes de irme a vivir a Mar del Plata, había trabajado conmigo en los programas televisivos del "Club de Sapienso" que durante mucho tiempo se emitió por Canal 9 Telenueva de Bahía y Canal 10 de Mar del Plata, donde "Rulo" se impuso con "La Conga de los Sapitos" un tema de mi autoría que aún sigue vigente en los festivales donde éste músico se presenta.
A César se le ocurrió que el evento del sorteo, se llevara a cabo frente al local de calle O´Higgins en un día de semana, lo que implicaba un gran desórden y trastorno en el tránsito automotor, ya que el show estaba programado para los primeros días del mes de Enero y en esa época, aunque era verano, mucha gente aún permanecía en la ciudad.
Finalmente la municipalidad autorizó el corte de la calle, destacándo a inspectores para que desvíen y ordenen el intenso desplazamiento vehícular.
Una hora antes del espectáculo, la calle O´Higgins, casi Drago comenzó a llenarse de gente, principalmente familias que llegaban acompañadas por niños. El clima era super festivo y el calor agobiante que reinaba en aquella jornada no había conseguido amilanar a la multitud presente. Como parte de mi acuerdo con César, me tocaría a mí conducir el espectáculo, misión que me causó mucha alegría, ya que me estaría reencontrando nuevamente con el público de mi ciudad que una vez más había respondido masivamente a otra convocatoria muy particular donde el ambiente festivo contagiaba realmente. La banda de "Rulo" hizo una actuación impecable, el ritmo contagiaba a grandes y chicos a través de un audio que se escuchaba con potencia y claridad en los doscientos metros donde se encontraban las miles de personas presentes. Las alternativas del sorteo con su correspondiente entrega de premios se iba realizando con orden y alegría. Muchos de los asistentes subian al escenario a cantar y logramos sostener un ritmo ágil que se mantuvo bién arriba y no decayó en ningún momento. Ya en el final del cierre del "Ofercómic", veo que César quién desde el inicio junto a un grupo de colaboradores estaba atento a cada una de las necesidades que teníamos arriba del amplio escenario, imprevístamente sube al mismo llevando consigo varias camisetas correspondientes a los clubes River Plate y Boca Juniors. Sin decir palabra, César se acercó sonriente al borde del escenario y comenzó a arrojar las camisetas hacia el público, que al ver volar por el aire estas codiciadas prendas pugnaba frenéticamente por adueñarse de alguna de ellas, ya que constituyen un trofeo de valor considerable. Cuando estas camisetas se terminaron, César siguió regalándo ojotas, mallas de baño y todo lo que su personal le iba alcanzando para lograr un feliz broche de oro a este show irrepetible y poco común. Con el "Ofercómic", había despertado una forma novedosa de publicitar productos, donde los personajes cobraban vida, hablában de los productos, sus ventajas y precios. Tanto César como yó, desde el comienzo de éste proyecto, sabíamos que estábamos a punto de incursionar en un formato de marketing directo nunca antes utilizado y que el intento podría fallar, algo que felizmente no sucedió y tuvo la repercusión que anhelábamos. A partir de aquello y hasta la actualidad, con César mantenemos una relación afectiva muy sincera y aunque no nos vemos con frecuencia, es habitual recibir su llamado telefónico anual donde infaltáblemente me recuerda que estoy invitado a la cena que acostumbra organizar para todo su personal y donde año a año me incluye con la misma consideración de un viejo amigo.

martes, 23 de diciembre de 2008

¡FELIZ NAVIDAD AMIGOS del MUNDO, MUCHAS GRACIAS por LEERME!

Para vos, que por curiosidad o mera casualidad alguna vez entraste en estas páginas, gracias de verdad, porque de alguna manera y desde algún lugar del planeta te acercaste a mi vida y me fuíste conociendo cada día un poco más. ¡Gracias!, te deseo todo lo mejor del mundo y mucho más. Que seas inmensamente feliz y que todos, absolutamente todos tus sueños se hagan realidad. Pipo.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Verano de 1983, haciendo realidad el exitoso e inolvidable "Corso del Mar" en Pehuén Có.

Hasta el fín de mis días, agradeceré a Dios, cada uno de los eventos e ideas que pude concretar a lo largo de mi extensa carrera. Pero hay uno de características únicas que tuvo como escenario al balneario Pehuén Có, distante a unos cien kilómetros de la ciudad de Bahía Blanca, un bello y natural lugar de extensas playas al que en un caliente verano de Enero de 1983 decidimos ir con Elvira, Virginia y Elsa, una amiga de ella a pasar allí un fín de semana y el sitio que elegimos para alojarnos fué el hotel Cumelcan cuyo antiguo edificio, es todo un orgullo y símbolo de la historia del lugar. El Cumelcan está edificado frente al mar y por aquella época la explotación del hotel estaba a cargo de la familia Bravo Laguna. El encanto de Pehuén Có, aún radica en la conservación intacta del ámbito natural, por ese tiempo la mayoría de las familias que desde distintas partes de la zona aledaña y distintas ciudades del país, llegában al lugar atraídos por la fama de su extensa playa, la cordialidad de los pobladores, los árboles añosos y las serpenteadas calles sin cemento, un atractivo más que brinda al estresado habitante que huye del ruido de las grandes ciudades, la saludable sensación de encontrarse en un paraíso alejado de estridencias, invasiones ruidosas o edificaciones altas con pretensiones de vanguardia que definitivamente atentan contra el sencillo, silvestre y apacible diseño que embellece el lugar.
A bordo de nuestra querida "tanqueta", la legendaria coupé Torino 69 de color rojo, llegamos un cálido viernes a la noche. En principio, nuestra idea era quedarnos solo un par de días y regresar a Bahía. A la mañana siguiente, lo primero que hicimos fué disfrutar plenamente del mar, el sol y la playa. Extrañamente estábamos en plena temporada de verano y nos llamó poderosamente la atención que el hotel estuviera prácticamente vacío. Muy pocas habitaciones se había ocupado y en el salón comedor la asistencia de turistas también allí, tanto en el horario del almuerzo como en la cena, era escasa. En una charla ocasional que mantuve con Bravo Laguna, el concesionario del hotel, me confiesa que por razones económicas la gente mucha gente que colmaba el balneario, prefería alojarse en sus propias carpas o casillas rodantes e instalarse en los campings habilitados y de ésta forma ahorrar un dinero que les permitía ganar más días de tiempo vacacional.
Comencé a caminar con el preocupado Bravo Laguna por una calle rodeada de árboles muy altos y frondosos que con los años habían formado una especie de túnel forestal de casi 400 metros de largo, donde abundaba la sombra. Allí en ese sitio tan fresco y atractivo, se me ocurrió decirle; "¿Que te parece si aquí en ésta calle hacemos un corso?, podríamos llamarlo Corso del Mar ".
Bravo Laguna me miró seriamente durante unos segundos, luego recorrió con su mirada esa calle que parecía "techada" por ramas y hojas y responde; "Es una idea muy loca, Pipo. ¿Te parece que la gente vendría?".
Con mucha seguridad le contesto; "No tengas la menor duda, faltan casi 20 días para los carnavales y si logramos armar el corso, sería un verdadero éxito".
A partir de ese momento, en el salón principal del hotel, con café por medio, esa tarde comenzamos a diseñar el evento. Teníamos muy poco tiempo para montar los palcos, sonido, luces y por sobre todas las cosas, publicitar la fiesta y conseguir auspiciantes, además de todo lo relacionado con la organización del desfile de carrozas, murgas y participantes grandes y chicos que tendrían la posibilidad de intervenir con originales y divertidos disfraces individuales.
Ya había caído la noche y tanto Bravo Laguna como yó, nos íbamos entusiasmando segundo a segundo con ese insólito proyecto. En ése momento yo estába trabajándo en LU2 AM 840, emisora que me apoyaba publicitariamente con Cripy Bailables. Ya el mismo lunes viajé a Bahía y me puse en contacto con José Omar Trillini, el gerente de la radio quién después de escucharme atentamente me ofreció su total colaboración poniéndo a disposición del Corso, una importánte cantidad de segundos de promoción a un costo muy accesible.
María Palma Nazzaro, una popular locutora de LU2 y quién había trabajado durante cinco años seguidos en la tira infantil "El Club del Principito", una producción de mi agencia dirigida al público infantil que tuvo una gran repercusión. María y su esposo Raúl Degásperi, también locutor, llevában muchos años conduciendo un envío de verano llamado "La Sombrilla" que se emitía a la tarde y de lunes a viernes en LU2 AM. "La Sombrilla", además de ser un clásico estival, contaba con una fuerte audiencia, ya que el programa se transmitía en vivo desde Monte Hermoso y Pehuén Có, donde ambos tenían muchos comercios auspiciantes incondicionales. Les propuse asociarnos en la propuesta y en pocos días, María y Raúl lograron vender la totalidad de los segundos de publicidad que hacían falta para promocionar el "Corso del Mar".
Toda iba marchándo favorablemente y ante ésto, Bravo Laguna me propuso que nos reunámos con la comisión vecinal de Pehuén Có para ponerlos en conocimiento y contar con su aval en el emprendimiento. La reunión se llevó a cabo pocos días después y fué decepcionante porque la mayoría de los allí presentes, después de escucharnos atentamente no mostró el más mínimo interés por la idea, incluso no la veían realizable, nos ponían objeciones y hasta un hombre bastante mayor que era reconocido como un inefáble meteorólgo, aseguró que en las fechas que habíamos propuesto para hacer el corso, llovería torrencialmente.
Finalizado ese encuentro con la comisión de vecinos, Bravo Laguna y yó, sentíamos que el mundo había caído estrepitósamente sobre nuestras cabezas y de allí en más, estábamos completamente solos y no podíamos dar marcha atrás, teníamos que lograr el cometido sea como sea.
Una reconocida empresa de transportes colectivos que hacía el itinerario Bahía-Pehuén Có y viceversa, nos facilitó un par de unidades para que al fín de semana siguiente, los más populares periodistas de radio, televisión y el diario La Nueva Provincia, acompañados por camarógrafos y fotógrafos llegaran hasta el balneario con la finalidad de pasar en el Cumelcán hotel un fin de semana a cargo nuestro. El noventa por ciento de los invitados se hizo presente y en una breve conferencia de prensa los pusimos en conocimiento del inédito proyecto "Corso del Mar". La iniciativa tuvo una gran repercusión, ya que cada uno de los representantes de medios que habían aceptado viajar a Pehuén Có con hotel, desayuno y comidas grátis se encargó de devolvernos nuestra atención con una difusión publicitaria más que abundante.
Solo nos restaba conseguir que el intendente de la Ciudad de Punta Alta, nos facilitara luces decorativas, equipos de audio, escenario, palcos y personal policial que se hiciera cargo del control y seguridad de la fiesta. Felizmente, el intendente Montero, un funcionario muy jóven que en esos años estaba al frente de la comuna puntaltense se entusiasmó con el corso y sin dudar puso a nuestra disposición todos los elementos y estructuras necesarias como para que nada falle.
Toda los habitantes de Bahía, Punta Alta, Monte Hermoso y ciudades de la zona de influencia ya estában enterados que Pehuén Có, sería el escenario natural del tan promocionado "Corso del Mar".
Los días que precedían a la fecha tan esperada, trancurrían apacibles, aunque tanto en la mente de Bravo Laguna como en la mía el fantasma de la lluvia torrencial vaticinada con gran seguridad por el meteorólogo del lugar nos asaltaba constantemente. ¿Que haríamos si ésto se cumplía?, estaba claro que en caso de una lluvia intensa y que duraría al menos tres días, el proyecto naufragaría sin remedio, ya que el pueblo no contaba con infraestructura hotelera suficiente como para alojar a las familias que viajarían exclusivamente para asistir al corso.
Entre María Palma, Rául Degásperi, Bravo Laguna y yó, habíamos acordado entregar premios en dinero efectivo a los participantes que resultaran ganadores de las distintas categorías y éstan eran; Mejores comparsas y mejores disfraces individuales de mayores y menores. Ni bién se conoció que por primera vez Pehuén Có tendría su propio corso, todos los propietarios de casillas rodantes, traillers, lanchas y botes se pusieron a trabajar con mucho ingenio en la decoración de éstos vehículos y simultáneamente a confeccionar los trajes y coreografía de las diferentes comparsas que empezaron a armar con entusiasmo. La empresa embotelladora de la gaseosa Seven Up, al enterarse de ésta fiesta, nos propuso entregarnos un camión repleto con bebidas de la marca a cambio de publicidad exclusiva a difundir en los volantes impresos, afiches y en el audio con las alternativas del desfile.
Estas bebidas se expenderían en varios puestos instalados a lo largo de la "avenida arbolada" y formarían parte de nuestras ganancias, ya que con la publicidad vendida para LU2, también tendríamos un ingreso medianamente interesante en concepto de comisiones. Por fín llegó el día tan ansiado. Ese sábado, ni bién amaneció, Bravo Laguna y yó no parábamos de mirar hacia el cielo que se mostraba radiante y sin nubes a la vista. Virginia, su amiga Elsa y Elvira colaboraban intensamente en la venta de bonos a los automovilistas que desde muy temprano iban llegando a Pehuén Có. Los bonos numerados eran una especie de entrada al evento y los poseedores de los mismos participaban de sorteos con diferentes premios que se realizarían durante el tiempo que durara el desfile.
La mitad de lo recaudado por la venta de estos bonos, estaba destinada a los Bomberos de Punta Alta, ya que éste cuerpo era el responsable de la prevención de incendios de los bosques naturales que rodean al balneario.
Ya estábamos a casi una hora de comenzar con el "Corso del Mar", el firmamento estába repleto de brillantes estrellas y una luna inmensa parecía sonreír e iluminar esa noche serena, sin una brisa de viento y con la ausencia de la "torrencial" lluvia que nos había augurado el meteorólogo.
En un momento mientras íbamos caminando por la mitad de la calle llena de espectadores rumbo hacia el palco principal, Bravo Laguna se detiene y exclama; "Pipo, ¿que son esas luces que vienen hacia aquí?". - No podíamos creer que esas luces correspondían a una larguísima y casi interminable fila de automóviles que estában llegando a Pehuén Có.
Dios hizo un milagro durante los dos días inolvidables que duró "El Corso del Mar" con una asistencia de más de 14 mil personas que disfrutáron plenamente de la playa y a la noche, se contagiaron de la íntensa energía que provocó en las familias presentes esa alegre propuesta donde estallában aplausos espontáneos al paso de cada comparsa con su respectiva carroza o cuando aparecían los disfraces individuales. Miles de grandes y chicos se integraron a una fiesta única que salió casi perfecta, sin incidentes, con comercios que trabajaron a full, el hotel Cumelcan con todas sus habitaciones ocupadas y bailes en la calle que se prolongaron hasta altas horas de la noche.
Cada vez que recuerdo esas imágenes pienso en los miembros de la comisión de vecinos que con cierta verguenza se acercaron a felicitarnos por el éxito obtenido y viene a mi memoria la cara que en ese momento puso el "pronosticador" del tiempo cuando le pregunté; "Y ahora, ¿cuando piensa usted que irá a llover?. Después de más de 30 días de permanecer en el balneario, trabajándo intensamente y muy convencidos de lo que queríamos hacer, nos quedamos descansando hasta los últimos días de aquél irrepetible Febrero. Fuímos los últimos en irnos del balneario, la temporada estába llegándo a su fín. Nos despedimos con mucho cariño y emoción de la familia Bravo Laguna, nuestros "socios" en aquél desafío sin precedentes. Con la ayuda de Dios y la voluntad de nuestros colaboradores, habíamos vencido a los imposibles, estábamos felices de haber logrado un evento de tamaña repercusión y también habíamos dejado una huella imborrable en aquel paraíso de arena y mar.

sábado, 13 de diciembre de 2008

2003, exitosa puesta en marcha de una ruleta electrónica con premios para las ardientes parejas que ingresaban a un hotel alojamiento.

Una de las acciones más insólitas, entre las tantas que llevé a cabo y relato en este blogspot, hay una creación muy particular que se implementó con excelentes resultados para un acreditado y conocido hotel alojamiento que necesitaba promocionar la inauguración de nuevas habitaciones y varias remodelaciones realizadas en el lugar con una campaña que resulte eficáz, revolucionaria y atractiva. Esta firma ya contaba con una muy sólida trayectoria de muchos años en Bahía, aunque en ese entónces, la inquietud de los propietarios era lanzar una campaña publicitaria muy contundente y de alcance masivo, tendiente a renovar la imágen del negocio e incrementar la concurrencia de parejas. Había que diseñar una promoción integral más un elemento de interacción que supere todo lo conocido hasta el momento en lo relacionado a piezas publicitarias. Con la participación de Guillermo Ponte, un genial diseñador de 3D que vive en España y se encontraba ocasionalmente en la ciudad, se pudo desarrollar una idea a la que llamé "Pantalla Ganadora". La propuesta consistió en instalar en el acceso al hotel alojamiento y a corta distancia de la cabina de vidrios espejados desde donde el conserje atiende a los señores clientes que llegan junto a su pareja en automóvil. Mediante la utilización de un pulsor, método sencillo que permitía al conductor participante extender fácilmente su brazo izquierdo, apretar el botón y al instante, lograr que se active el novedoso juego audivisual. A una cierta altura y justo frente al vehículo interviniente, se ubicó una pantalla de televisión que mostraba a una colorida pareja de corazones enamorados animados que ni bién era accionado el entretenimiento electrónico, comenzában a moverse al ritmo de una música muy pegadiza, mientras que simultánemente, comenzába a girar una serie de frutos y si en un punto, ejemplo; tres corazones coincidían, el cliente, se llevaba un premio instantáneo. Con audio e imágen y de inmediáto, los corazones animados le hacían saber al participante qué premio había ganado en ese momento.
Las recompensas consistían en botellas de champagne, turnos adicionales, golosinas, compactos musicales y otros productos que más allá de su valor material sumában diversión en el momento de encontrarse en la previa o "antesala del placer".
La promoción de ésta ruleta electrónica instalada en un lugar tan particular, donde esencialmente se protege la intimidad del cliente, se llevó a cabo en televisión y radio con un efecto tan inmediato que superó todas las expectativas. En las primeras semanas del lanzamiento, había vehículos formándo largas filas para ingresar al albergue transitorio, algo que desde hacía más de 20 años no se daba en ese establecimiento. Todo indicaba que quienes allí concurrían para tener un encuentro íntimo, a su vez, se sentían protagonistas de una inocente y divertida propuesta que además de atraerlos, por algunos segundos también los convertía en "niños felices" que tenían la posibilidad ser recompensados y volver a jugar y emocionarse por unos minutos.
Las animaciones fueron bautizadas como "Corazones Regalones" y estos dibujos con movimientos, lograron el efecto deseado, ya que su puesta en práctica constituyó un verdadero desafío en éste tipo de promociones directas. Todas las acciones de marketing promocional realizadas en los medios masivos de comunicación fueron muy efectivas tanto por el audio de las piezas radiales emitidas como los videos secuenciados que se armaron para la TV. A la hora de recordar esta idea, hay algunas anécdotas muy valiosas, como la noche en qué ingresa una pareja a bordo de un vehículo muy costoso y por alguna razón el encargado no lo invitó a participar y solo se limitó a darle el número de habitación correspondiente. El cliente, estacionó su auto en el box asignado, hizo descender a la mujer que lo acompañaba y se dirigió a pié hasta pararse frente a la cabina donde estaba operándo el conserje y muy ofuscado le preguntó porqué motivo no lo hizo participar del juego. Allí nomás y una vez recibidas las disculpas del caso, este importante cliente, poniendo cara de nene satisfecho, procede a apretar el botón que activaba la insólita ruleta. Este fenómeno interactivo y fidelizador se extendió por algunos meses, hasta que los costos de mantenimiento publicitario y la inversión que demandaban los muchos premios que se entregaban a diario, hicieron prácticamente imposible su continuidad. A la distancia evalúo esta producción como a una de las más importantes de mi carrera, ya que la masiva y espontánea respuesta que la "Pantalla Ganadora" recibió por parte del público me demostró una vez más que la idea más alocada y simple, si está llevada a cabo con plena convicción, al igual que la fé, también puede llegar a mover montañas.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Historias juveniles en la radio: Cuando "Toby" convenció a Roberto para que conozca a una hermosa modelo.

"Toby" continuaba divirtiéndose a expensas de la incredulidad de sus compañeros de la radio. Su humor no decaía en ningún momento y su habilidad para tergiversar la realidad era increíble. En aquellos años juveniles a ninguno de nosotros nos importaba demasiado malgastar una noche de sexo con alguna mujer que, una vez superado el momento de pasión, se convertía en alguien difícil de continuar soportando y menos aún cuando la soprendía la luz natural del día poniendo al descubierto su fealdad desmaquillada o defectos físicos que la oscuridad del boliche se había encargado de camauflar. Esto nos sucedía con frecuencia, ya que en los años sesenta, Bahía, tenía una gran cantidad de locales bailables que permanecían abiertos todas las noches y a ellos asistíamos buscando una compañía ocasional con el solo fín de pasarlo bién por unas horas. En las transmisiones de trasnoche de la radio, además de los operadores técnicos y los locutores también se encontrában los periodistas de turno. La mayoría de los que en aquella época estábamos allí no superábamos los 25 años de edad. Nos sentíamos felices de estar trabajando en un medio de comunicación importante y vivíamos la vida al máximo de velocidad, sin hacer planes a futuro. Roberto era un buen relator y redactor de noticias. Soltero, alto y con muy buena presencia siempre estába impecáblemente vestido. El, al igual que el resto de los que allí convivíamos, permanentemente estaba atento a lo que podía llegar a "cazar" a través de los diversos contactos telefónicos de procedencia femenina que "Toby" manejaba con tanto conocimiento y habilidad. En una oportunidad, Roberto comenzó a entablar charlas bastante seguidas con una señorita llamada Verónica, que como la mayoría de las mujeres de toda edad que solían llamar a la emisora, también estaba dotada de una voz seductora y atrapante, algo que incentivaba muchísimo la fantasía a la hora de imaginar a quién estaba del otro lado de la línea.
"Toby", dijo conocer a Verónica y le aseguró a Roberto que había tenido oportunidad de verla un par de veces y que era una hermosa modelo que trabajaba para una conocida casa de modas de la ciudad. Ante este dato tan positivo, Roberto aceleró su relación virtual con Verónica y quedaron en concretar un encuentro para conocerse personalmente. Esto ocurrió en pleno verano bahiense donde el calor reinante era realmente insoportáble. Ya en ese mes de Enero, más de la mitad de los habitantes buscaba pasar sus vacaciones o fines de semana disfrutándo a pleno la frescura de la playa y el mar del balneario Monte Hermoso,que ya era por entonces un famoso, paradisíaco y natural lugar de veraneo distante a solo cien kilómetros de la agobiante urbe de cemento.
Roberto quedó gratamente sorprendido y feliz cuando Verónica lo invitó a pasar el día sábado en su casa de fin de semana ubicada en el barrio Patagonia y aprovechar juntos de los placeres de su piscina. Patagonia se encuentra a unos pocos minutos de Bahía, en esa época, este bello sector residencial estába comenzando a crecer y eran muy escasas las viviendas allí existentes. Roberto armó un bolso de mano, solo puso en él su malla, un par de medias, una toalla y partió raudamente en su Renault Gordini rumbo a la casa de Verónica, la modelo. Ni bién el periodista llegó al lugar indicado, vé que desde una pileta circular, dos chicas muy jóvenes y bonitas que se mostraban muy divertidas le gritában y hacían señas para que se acercara. Desde el agua, las chicas le insistían para que se desvista completamente y se zambulla junto a ellas, algo que el periodista no dudó en hacer. Tanto Verónica como su amiga tenían cuerpos realmente esculturales y rostros bellos, ambas carecían de ropa y sin inhibición alguna, chapoteaban, buceaban y jugaban alegremente con Roberto, quién no podía creer lo que le estába pasando. Imaginó la lujuria de un fin de semana junto a esas dos mujeres tan jóvenes y hermosas, también pensó que "Toby" no le había exagerado en lo más mínimo cuando le describió los atributos físicos de Verónica.
A eso de las dieciocho horas, los tres entraron a la casa con la intención de tomar café y comer unos sandwiches, Roberto pensaba a gran velocidad en cual sería la forma indicada de manejar la situación con las dos chicas que estában frente a él y ahora solo tenían sus exhuberantes cuerpos apenas cubiertos con una toalla. Los pechos grandes y desafiantes de Verónica comenzaron a excitarlo, sintió que era el momento de actuar e ir directamente al grano, fué entonces que se levantó, desnudo como estaba y dijo; "Chicas, no aguanto más, vayámos a la camita y pasémoslo bien, ¿sí?". Al oír ésto, Verónica pareció transformarse, en un segundo dejó de sonreir y hacer bromas. Tanto ella como su amiga se pusieron de pié y bastante enojada Verónica le espetó; "Pero...¿Sos estúpido o qué, no te diste cuenta que nosotras dos somos pareja?". "Sí, afirmó la otra jóven, Vero es mi novia y no nos gustan los hombres".
El apabullado Roberto quería que la tierra se abra a sus piés y desaparecer de allí lo más rápido posible. Se sintió un verdadero pelotudo ya que había ido hasta el lugar, solo para calentarse en vano mirando a dos lesbianas en pelotas y al parecer totalmente enamoradas entre ellas.
Tenía mucha bronca, aquello le parecía una pesadilla, malhumorado se despidió de las mujeres, puso en marcha su Gordini dando marcha atrás con dirección a un camino de tierra muy cercano a la casa, y tanta era la furia que sentía que no atinó a mirar por el espejo retrovisor, ya que por ese sendero avanzaba una camioneta. El auto de color celeste que tanto cuidaba y quería impactó violentamente contra el otro vehículo. Roberto estuvo a punto de enloquecer cuando vió cómo había quedado destruída la parte trasera del Gordini y la cosa empeoró en el momento en que fuera de sí comenzó a gritarle al conductor de la camioneta, quién había detenido la marcha e inmutable permanecía dentro de ella.
Roberto seguía profiriendo insultos y reclamándo que el hombre le reconociera los daños, hasta que fastidiado, el dueño de la camioneta, una persona fornida, se bajó, caminó hacia él y sin decir palabra le aplicó un fuerte puñetazo en la cara.
El pómulo izquierdo de Roberto estuvo hinchado por varios días y tal como había sucedido oportunamente con Mario, tanto él como el bromista de "Toby" no se dirigieron la palabra durante mucho tiempo.

martes, 2 de diciembre de 2008

Historias juveniles en la radio: Cuando "Toby", el conquistador de la noche, le tendió una trampa a Mario, un querido colega y locutor.

"Toby" es el apodo que le puse en la época que ambos teníamos poco más de 20 años cuando empezábamos a trabajar en la radio. "Toby" era un excelente técnico operador, tiempos en que no existía la edición digital y ésta tarea se realizaba mediante la utilización de bandejas giradiscos, una consola de sonido y grabadores de cinta Ampex. Como todo principiante, a nosotros dos nos tocaba pagar el derecho de piso, por esa razón estábamos afectados al turno trasnoche. Además de "Toby", también operaba otro compañero llamado Alberto Nilo y entre los locutores de ese horario, se encontraba Mario, quién además de ser un jóven con todo el aspecto de un galán de cine, era un muy buen compañero y estaba dotado de una excelente voz. Por entonces, trabajar de noche en la radio y en vivo, tenía muchas ventajas y frustraciones a la hora de concretar un encuentro con las muchas chicas jóvenes o señoras mayores que casi a diario acostumbraban comunicarse con la emisora ya sea para pedir un tema musical determinado o simplemente para matar su soledad dialogando con el operador o el locutor de turno. "Toby" era un excelente profesional, quizá uno de los mejores que tuvo la emisora a finales de los años sesenta y hoy, este personaje poseedor de un gran sentido del humor, felizmente continúa siendo un querido y buen amigo mío. El tenía una gran facilidad para entrar rápidamente en confianza con las variadas voces femeninas que se oían a través del teléfono. Primero sus charlas giraban en torno a temas comunes, luego iba pasando al estádo actual de la dama preguntándole si era soltera, casada, separada, etc. Después de un tiempo prudencial y yá más familiarizado con su interlocutora anónima, a quién elegía por intuición "Toby" se jugaba a fondo y le proponía un encuentro personal. Generalmente un gran porcentaje de estas citas a ciegas, resultában decepcionantes cuando al concurrir al sitio elegido para conocer a alguna de esas mujeres, grande era la frustración al encontrarse con alguien verdaderamente desagradable ya sea por su exceso de kilos, fealdad o sencillamente porque había mentido en la edad y lo único que esa mujer madura aún conservaba jóven era su voz. Generalmente las voces agradables siempre eran engañosas y "Toby", tenía una frondosa agenda mental donde prolijamente clasificadas, figuraban todas las mujeres que se comunicában con él. Este fichero tan amplio, probaba que "Toby" había conocido en persona a la gran mayoría de las damas nocturnas, aunque él afirmaba lo contrario.
Este conocimiento previo que mantenía en absoluta reserva, le daba una gran ventaja sobre los locutores novatos y una de sus diversiones favoritas consistía en hacer caer en la trampa a los incautos diciéndoles con gran seguridad que la persona del sexo opuesto con quién estaba hablando en ese momento, además de ser hermosa, tenía una anatomía casi perfecta, etc etc. Mario, fué una de las tantas víctimas de "Toby" cuando después de mantener varias conversaciones telefónicas de alto contenido erótico con Miriam, ansioso por conocerla, le pidió una opinión a "Toby" quién sin vacilación alguna le dijo; "¿Quién,Miriam? síiiii, ni lo pienses, es una mujer infernal, no sabés lo buena que está. Es jóven, se dedica a pintar cuadros, tiene dinero y un cuerpo escultural". Mario no dudó un solo segundo y alentado por los datos de su compañero, a eso de la una de la madrugada, en una fría noche de invierno concurrió decididamente a la casa de Miriam, quién en su última charla telefónica lo había invitado a que la visite en su domicilio aprovechándo que esa noche se encontraría sola porque su empleada tenía libre el día siguiente. A Mario le había manifestado que era separada y ésta supuesta condición, incentivó mucho más a nuestro compañero que aprovechando su franco nocturno, velozmente fué en procura de una noche de placer. Terrible fué su sorpresa cuando al llegar a la casa, le abre la puerta de calle una mujer muy obesa y bastante fea que lo invita a pasar con voz mimosa al tiempo que le dá un beso y le susurra; "Adelante, yo soy Miriam, estaba ansiosa por conocerte, que lindo que sós".
Miriam estaba preparada para la "guerra", ya que solo tenía puesto un ridículo camisón transparente, sin corpiño ni bombachas y daba todas las señales de estar bastante borracha. La enorme y desagradable mujer no paraba de tomar whisky mientras escuchaba música movida a todo volúmen. En el amplio living donde se encontrában solo había una pequeña luz encendida y Miriam, totalmente alcoholizada se había subido a uno de los sillones donde sin pudor alguno, movía su voluminosa figura ensayando torpes pasos de baile que pretendían ser eróticos. Mario estaba paralizado y solo pensaba en huir cuanto antes de ese lugar, pero la alegría y el fuego interior de Miriam iban creciendo cada vez más y desesperadamente comenzó a quitarle la ropa hasta dejarlo en calzoncillos.
Imprevistaménte, una potente luz ingresó por los grandes ventanales y Miriam exclamó; "¡Huy, es el boludo de mi marido, llegó antes, tenés que irte, tenés que irte!". Mario en contados segundos, pasó de la náusea al miedo. Comenzó a temblar y más aún cuando escuchó claramente que el esposo de la audaz Miriam estába cerrando las puertas de su automóvil y venía caminando hacia la puerta de acceso.
"¡La pared del fondo, salí por ahí!" le dijo la mujer al tiempo que lo tomaba fuertemente de un brazo y lo arrastraba hacia la parte trasera de la vivienda. Por suerte la pared era de poca altura. Mario la escaló velozmente y saltó al otro lado mientras Miriam, desde el interior procedía a arrojarle zapatos, pantalones y el resto de las prendas que le pertenecían, ya que en el apuro las había olvidado en el interior de la casa. Con la ropa en su poder, Mario que estaba aterido de frío y en paños menores comenzó a vestirse cuando escucha; "¡Alto ahí, levante las manos y póngase contra la pared!". La voz segura y autoritaria provenía de un agente policial que desde la vereda de enfrente le apuntaba con una metralleta. Mario, que no alcanzaba a entender lo que estaba sucediéndo obedeció la órden inmediátamente y en segundos, varios policías lo rodearon y lo condujeron a punta de pistola hasta el interior de la comisaría ubicada a menos de veinte metros de la pared por donde había saltado. El agente de servicio que estaba apostado en la puerta de la institución, al descubrirlo saltando la pared, supuso que Mario era un ladrón en fuga y así, semidesnudo como estaba fué puesto frente al oficial de guardia quién comenzó a interrogarlo severamente. En su afán por proteger la identidad y la acción de la tramposa mujer, Mario solo atinaba a repetir; "¡No soy un delincuente señor oficial, trabajo como locutor en una de las emisoras más importantes de Bahía, llame a la radio ahora mísmo y se lo ván a confirmar!". Al oír ésto, el jefe policial se comunicó al instante con el estudio central atendiéndolo el mismo "Toby" que justamente a esa hora se encontraba operando y fué quién se encargó de corroborar que en efecto Mario trabajaba allí como locutor y que ése era su día libre. Posiblemente, desde un primer momento el jefe policial percibió que ese muchacho de voz muy particular que avergonzado, temeroso, semidesnudo y que no paraba de temblar de frío no era un vulgar delincuente. Cuando las cosas se pusieron en su lugar, lo invitó a tomar una taza de café caliente y hasta ordenó que un móvil policial lo traslade hasta la puerta de su casa. Después de éste episodio y durante casi seis meses, "Toby" y Mario no se dirigieron la palabra.