lunes, 16 de agosto de 2010

Para la Generación de los '80, el Sapo Sapienso a 25 años de su debut en Canal 9 - Telenueva.

Es casi imposible que los jóvenes que hoy tienen poco más de 30 años, no recuerden a Sapienso, el sapito que un buen día, se instaló para quedarse en la pantalla de Canal 9, por entonces Telenueva. Su misión en el comienzo era aparecer en micros que se emitían en diferentes horarios y formular una pregunta de interés general que los televidentes debían responder correctamente en las “Video Tarjetas”, unas hojas con 12 pantallitas en blanco que los niños participantes completaban con su puño y letra para depositarlas en las urnas correspondientes e intervenir a partir de allí en los sorteos de cada ciclo. Una historia muy poco conocida y fotos inéditas de aquel suceso, se ofrecen para ayudar a la nostalgia de quienes alguna vez fueron niños.
En aquellos tiempos (1985), no existían Internet ni los teléfonos celulares y la televisión por cable comenzaba a asomarse como una tibia alternativa. Los programas destinados a los niños, solo podían verse en los dos canales de aire de la ciudad, Canal 7 y Canal 9-Telenueva respectivamente, quienes luchaban por tener las mejores series y películas de la época con el fin de captar la mayor audiencia posible. Telenueva, si bien era una empresa muy consolidada, debía enfrentarse con la atractiva programación que su “rival”, Canal 7 ponía a diario en pantalla, ganando siempre en todas las mediciones. Lo concreto era que la mayor distribuidora de contenidos televisivos del país, abastecía con exclusividad al 7, algo que comenzó a preocupar seriamente a las autoridades del cada vez más debilitado Canal 9. Fue entonces que su gerente, Segundo Fernández, sugiere a la dirección que a la mayor brevedad posible se genere una idea local que sirva para hacerle frente con armas propias e ingeniosas a su rival. Un sábado a la tarde, recibo un llamado del secretario de la señora Diana Julio de Massot, directora propietaria de Telenueva pidiéndome que en lo posible me presente ese mismo día en su despacho, porque quería hablar conmigo. Yo no conocía a esta mujer, solo sabía que era una empresaria decidida y de fuerte personalidad. Nuestra conversación no duró más de treinta minutos, solo recuerdo que después de explicarme lo que necesitaba para su medio, muy amablemente me pidió que en solo una semana le trajera una propuesta y si esta le gustaba, la pondría en el aire de inmediato.
El tiempo jugaba en contra, ya que en muy pocos días, había que inventar algo que sirviera para despertar el interés de chicos y grandes.
Horacio “Cacho” Angelo, quien en ese momento era gerente de producción, me había mostrado un dibujo animado producido por Paul Mac Cartney donde se escuchaba “Permanezcamos Juntos”, un maravilloso tema creado e interpretado por el talentoso ex Beatle . El corto animado, una verdadera obra maestra, mostraba una inusual coreografía protagonizada por sapos, ranitas, ositos y otros animales que coreaban el tema desplazándose dentro de la colorida escenografía de un pantano. Ni bien vimos esto, se me ocurrió mandar a confeccionar un sapito títere de no más de treinta centímetros de alto. La señora Yolanda Iglesias, era además de excelente modista, una querida amiga de mi familia y previo diseño del muñeco de Peluche que poco después se convertiría en Sapienso, Yolanda, en su casa de Ingeniero White, fue la encargada de ir dándole forma y movilidad al títere. Había que darle un rol al personaje y allí surgió la idea de convertirlo en un “sapito preguntón” al que de alguna manera los pequeños, ayudados por su familia y maestras, pudieran responderle. Este contenido, fue el primero del país que puso en práctica a través de la TV, una acción directa e interactiva entre el televidente y la pantalla, adelantándose a lo que muchos años después propondrían las empresas de telefonía celular.
En el estudio del canal se construyó una escenografía similar al entorno de un pantano, las primeras pruebas en video fueron más que satisfactorias e inmediatamente, se dispuso todo lo necesario como para que el sapito tenga su debut en televisión. Inicialmente, se imprimieron cien mil “Video Tarjetas” para el lanzamiento del entretenimiento. Las preguntas giraban en torno a próceres, deportistas, inventores, geografía, historia y todo lo que fuera útil para incentivar el conocimiento de los pequeños participantes. A solo una semana de su aparición, Sapienso, desde su simpleza, se convirtió en el favorito de los chicos. Su “Boh, Boh, Boh, hola chicos, hola amiguitos”, el clásico bocadillo que el sapo imponía en cada aparición con su particular voz ronca y canchera, más la canción de Paul Mc Cartney, hicieron que rápidamente su presencia cautivara a chicos y grandes.
El fenómeno crecía imparable y Canal 9, no vaciló en montar y destinar una aceitada estructura técnica y humana al servicio del sapito. Las recompensas para los ganadores eran muchas, variadas e importantes. La principal, una computadora, algo inusual para ese momento. A este codiciado premio le sucedían juguetes de todo tipo, relojes, bicicletas, libros, etc. En tanto, desde el otro canal, se imponía la “Pantera Rosa”, y con el fin de competir en el mismo horario del mediodía en que esta popular serie se emitía, nace el “Club de Sapienso”. Ahora, el sapito tenía su propio programa, íntegramente armado con contenido local. “El club”, iba en vivo y tenía una tribuna en el estudio, permanentemente repleta de chicos acompañados por mayores o maestras. La conductora que acompañaba al sapito era Patricia Heymann, quien jamás había estado ante las cámaras y rápidamente por su carisma y naturalidad, no tardó en ganarse el cariño de la audiencia. “El Club” , fue el programa infantil más visto de los mediodías. Allí se mostraban los dibujos de los pequeños televidentes, se leían sus cartas, y telefónicamente hablaban o cantaban en directo con el mismo Sapienso. Las cámaras de exteriores recorrían a diario jardines y colegios entrevistando a los niños que entusiasmados, enviaban saluditos. Allí debutó un tímido y pelilargo Rulo Delgado, luciendo en su lanzamiento un audaz “jardinero”. La participación de Rulo fue tan exitosa que en la actualidad, en todas las fiestas que anima le piden que cante “La Conga de los Sapitos”. Ningún joven bahiense o de la zona que haya vivido y disfrutado esos años felices de la inocencia, puede olvidar aquel momento. Quizás por esta razón, Fausto Reguera tuvo la original idea de crear en Facebook, “El Club de Admiradores del Sapo Sapienso”, un espacio muy visitado por aquellos que alguna vez fueron chicos y que ahora a través de Internet, tienen la posibilidad de.reencontrarse con este personaje de su infancia que permanece intacto en su memoria. Sapienso se mantuvo vigente en la pantalla local durante casi tres años. Después, el río de la vida lo llevó a la ciudad de Mar del Plata, donde se presentó con similar suceso en la pantalla de Canal 10. En ese programa inaugural de tres horas de duración realizado en vivo con una importante presencia de público en el estudio, también actuaron Rulo Delgado y Pablito Ruiz, junto a otros artistas marplatenses. Esta nota está dedicada a todos aquellos jóvenes que hoy tienen poco más de treinta años y tuvieron la dicha de criarse en un hogar sin rejas, alarmas, o los miedos actuales. Años de una Argentina sin violencia y esperanzada, donde se tomaba la leche para después salir a jugar. Tiempos donde mamá, papá, hermanos y abuelos volcaban todo su cariño más las necesarias enseñanzas de amor, respeto, convivencia y educación haciendo posible que cada uno de los valiosos momentos de la sana ilusión e inocencia de la niñez, tuvieran todo lo necesario para que pudieran crecer como buenas personas.

Pipo Palacios
(Autor del personaje)


Fragmentos de la introducción al Facebook “Club de Admiradores del Sapo Sapienso”
“Este grupo está dedicado al gran Sapo Sapienso. No le importó aparecer en Canal 9 Telenueva después de Los Pitufos y cuando la atención de los purretes se disparcía.
El Sapo Sapienso dedicó sus pocas horas de vida a leer las pésimas cartas y mostrar los “ vergonzosos” dibujos que le mandamos la generación bahiense de los`80. Haciendo honor a su nombre, nos ayudó (y nos enseñó) a pensar. Agradecerle a Sapienso, es francamente poco.
Sapito querido: te fuiste sin conocer Wal Mart, incluso antes de que el asfalto llegara hasta Patagonia; cuando vos estabas, para comprar un disco no había otro lugar (y todavía no hay uno mejor) que Panelli; y el único Paco que consumían los chicos de 10 años era el perfume que siempre nos regalaba algun amigo en nuestros cumpleaños.
El mundo y Bahía Blanca cambiaron, tus fieles seguidores lo hicimos también. Pero no creas que nos olvidamos de vos; cada tanto te recordamos en algún asado y siempre vas a estar en nuestros corazones con un color verde y una canción que reza: "Boh, Boh, Boh... Bahía!".
Esto es para vos, queridísimo Sapo Sapienso!!!

Recuadro;
El staff de la producción de Sapienso estaba integrado por; Horacio “Cacho” Angelo, Mario Calderón, Jorge “Cheto” Rodriguez, Patricia Heimann, Laurita Morán, Rulo Delgado, Carlos Velaustegui, Javier Gómez, Sandro Romay, Elvira y Virginia Palacios, Oscar Enrique Castro y Mónica Celave Sarmiento.

No hay comentarios: