Durante nueve meses, habíamos disfrutado de "La Leyenda de la Llorona" , miniserie radial actuada en vivo por diferentes oyentes que espontáneamente y a través de líneas telefónicas en simultáneo, oficiaban como actores de una novela disparatada que se había extendido más tiempo de lo pensado. Casi tres años habían transcurrido de aquella experiencia y hace poco, creímos que había llegado el momento de intentar con otra propuesta instrumentada de la misma manera que la anterior, solo que en ésta nueva entrega lo realizaremos a través de internet. Los protagonistas de los distintos roles, recibirán los libretos con anticipación y tendrán tiempo suficiente como para estudiar sus intervenciones y al momento de salir al aire, podrán hacerlo cómodamente a través del teléfono y desde sus hogares. El título de la propuesta es "Petarda Cálvari" y en el capítulo de presentación que se llevó a cabo el pasado domingo 27 de Agosto, nuestros oyentes recibieron con mucho agrado la primera emisión de "Petarda", donde como era de esperar hubo errores involuntarios, de interpretación, mucha improvisación y risas que no podían contenerse. Creo que ésto contagió al público que nos sigue desde hace casi cinco años. A modo de adelanto, a continuación, publíco el libreto número uno de ésta bizarra miniserie.
Capitulo 1
Petarda Cálvari
Relator: Estamos en 1945, la segunda guerra mundial ha finalizado y a su término, en distintos países de Europa, el saldo es destrucción, pérdidas irreparables de vidas humanas, desolación, dolor y miseria. Cientos de miles de sobrevivientes del Apocalipsis, acosados por el hambre, el miedo y la desesperanza buscaron nuevos horizontes, entre ellos la ansiada América, donde Argentina se mostraba como la tierra prometida y promisoria.
Cortina-------------------------------------------------------------------------
Relator; Un viejo barco de pasajeros ha partido desde Italia. Cientos de familias desesperadas yacen a bordo. Están hacinados en la tercera clase, donde se acomodan como pueden entre las cientos de literas de madera dispuestas en el reducido y claustrofóbico espacio del navío. Ríspida Severina Cálvari es un mujer de fuerte contextura física y carácter dominante, oriunda de Potenza, que ha vendido todo lo que tenía, incluída su humilde vivienda ubicada en la campiña, junto a sus cerdos, ovejas y algo de dinero que había ahorrado para escapar de la vencida y hambreada Italia Fascista de Musollini. Junto a Doña Ríspida viajan sus tres hijas, ellas son las hermanas Pérfida y Jorobina, dos jóvenes altas, delgadas y bonitas. Pérfida tiene cabellos largos, lacios y oscuros, mientras que Jorobina, además de bella es rubia. La menor, se llama Petarda, Petarda Cálvari. Una chica poco agraciada, tímida y de personalidad débil, y a quién su madre, Doña Ríspida somete con facilidad.
Doña Ríspida: (enojada) porca Miseria, cómo se move este barquette miserábilo. Me mareo con tanto vaiveno, maledeta la hora que decidí ir a la américa. Ahhhh, me discompongo de novo, mi ha hecho male lo poroto Petarda, Petarda, traéme la chata presto. Presto, inútila.
Suspenso------------------------------------------------------------------------
Petarda: Ya se la llevo mamina, soporte, soporte, ya voy. Ya voy.
Doña Ríspida: Ahhhhhhh…gracia Dío. ya estoy más aliviata.
Relator: El trayecto será largo y tedioso, la marcha del vetusto barco es lenta, y la única alegría que tienen los pasajeros es subir durante unas pocas horas de luz diurna a la cubierta, donde pueden respirar aire marítimo, tomar sol, los mayores jugar a las cartas o hacer algunos partidos de voley y tejo, mientras que los chicos se entretienen saltando la cuerda contando historias o buscándo alguna persona que sepa algo sobre la vida y las costumbres de Argentina.
Cortina-------------------------------------------------------------------------
Relator; Doña Ríspida se ha sentado en un banco de madera, está fastidiada, ha terminado de tomar la austera merienda de a bordo, consistente en cascarilla, la cáscara del cacao y ha comido un trozo de pan. Ahora mira a sus hijas Pérfida y Jorobina que están apoyadas en la barandilla, mirando el mar. Las dos chicas se han puesto sus únicos vestido ya que para ellas estar en la cubierta es un verdadero festejo. Tanto Jorobina como Pérfida se saben bellas y de tanto en tanto, suelen mirar a los muchachos que recorren animádamente ese sector del navío.
Jorobina:, Pérfida, ¿viste a ese chico de la gorra azul?
Pérfida; Huy, mirá que churro, es muy bien parecido, ¿cómo se llamará?
Jorobina: No perdamos tiempo hermanita. Hagámonos las tontas y acerquémonos a ese budínazo.
Pérfida: Hay que ver si nos dá corte. A lo mejor es un engrupido….
Jorobina: …Probar no cuesta nada Pérfida. Vamos, pero que mamá no se dé cuenta que caminamos hacia un hombre.
Doña Ríspida: (grita) Petarda, Petarda, veni quí pichonne di maledetta, veni presto.
Petarda: Aquí estoy Mamiña, ¿en que puedo servirla?.
Doña Ríspida: Teno famme, Petarda, andá a la cucchina a ver si queda más chocolata caliente y alguno pedazo di panne fresco, blanditto.
Petarda: Sí maminna, voy a ver si quedó chocolate, pero mientras voy, si quiere le doy mi pan para que vaya comiendo algo.
Doña Ríspida: Dame , dame ese mendrugo, y corré a buscar más pane y chocolatta. Y será mejor que lo consigas, porque si nó te voy a reventare a patadas. Inútila.
Relator: La escena se repite una y otra vez. Doña Ríspida está acostumbrada a quitarle el pan de la boca a la pobre Petarda, quien con su natural ingenuidad lleva días dándole su ración de pan y guiso a su madre. Petarda está pálida, a medida que pasan los días, se la nota desnutrida, débil, ojerosa. Mientras la muchacha avanza hacia la cocina del barco, doña Ríspida la sigue celosamente con su mirada de águila. En tanto…Pérfida y Jorobina, se han acercado hacia un sector de proa donde conversan dos jóvenes apuestos.
Oreste: Mirá Giuseppe, parece que dos sirenas nos vienen a visitar….
Jorobina: Bon giorno, nosotras somos Pérfida y Jorobina, somos fratellas.
Oreste: Así que hermanitas, eh? Que bueno, Yo me quiamo Oreste y él es mi caro amichi Giovanni, somos del mismo pueblo y estábamos buscando compañeras para el concurso de Tarantellas que el capitano del barco ha programatto para el Sábato. ¿Ustedes bailan tarantella?.
Pérfida: Por supuesto Oreste, nosotras fuimos reinas de la Tarantella en nuestro pueblo. Nos encantará formar pareja con ustedes y participar en el concurso. ¿es la primera vez que viajan a la Argentina?
Oreste: Sí, primera vez. Nos ha mandado a llamar un amichi de nuestra familia que es dotore. Se quiama Justo Justicia y necesita mano de obra en las minas de carbón que tiene en Río Turbio, el es un hombre rico y hace mucho que vive en la Argentina.
Cortina------------------------------------------------------------------------
Relator: A todo esto, Petarda se ha asomado en la cocina del barco. No vé a nadie en el lugar, solo observa varias ollas de gran tamaño de las que emana un rico olor a chocolate. Petarda tiene hambre, la debilidad la supera, no puede resistir la tentación, avanza hacia una de las ollas humeantes, pero tropieza y cae sobre el gran recipiente, al tiempo que todo su contenido se derrama sobre el piso.
Ruidos--------------------------------------------------------------------------
Relator: La torpe y desdichada Petarda cae al suelo, por fortuna la cascarilla caliente no alcanzó a manchar su único y descosido vestido. Está temblando, está dolorida y vé como el exquisito chocolate se evade por las rejillas de desagote de la cocina. Petarda llora, sabe que su madre la castigará una vez más.
Y en ese momento, un hombre alto, pelo y barba rubia, vestido con impecable uniforme azul entra repentinamente al lugar. Es nada más y nada menos que el mismo capitán del navío, quién sin dudar ayuda a Petarda a levantarse.
Capitán: Tranquilícese signorina, io soy il capitano dil barco, me quiamo Benito Aquaforte, por suerte no se ha quemado. ¿se lastimó, se siente bién?
Relator: Petarda está mareada, ver a ese hombre de gorra y uniforme que la mira con sus intensos ojos azules le parece un sueño.
Petarda: Molte gracie signore capitano, perdóneme , fue sin querer, no quise causar daños, solo quería llevarle una taza de chocolatta y un pedazo de pan a la mía mamma (llora). Perdóneme signore Capitano Aquaforte.
Relator: El capitán Benito Aquaforte, es un marino rudo, lleva años navegando y desafiando los peores temporales, pero el rostro y las lágrimas de Petarda lo han conmovido sobremanera. Suavemente, la toma de los hombros y trata de calmar a la fea italianita que no deja de temblar y llorar.
Capitán: No llores piccola muchacha, má ¿cómo te quiamas? Cual es tu nombre?.
Petarda: Io me quiamo Petarda, Petarda Cálvari, signore Capitano.
Capitán: Bueno, cara Petarda, ya mismo le diré al ayudante de cochina, que te traiga una jarra grande chocolatta caliente y una bandeja de bollitos, ¿te piache Petarda?.
Petarda: ¿ Me vá a regalare una jarra de chocolata y bollitos, todo para mía mamma? Gracie signore capitano, que Dío lo bendiga.
Cortina-------------------------------------------------------------------------
Relator: Rápidamente y a una órden del capitán Aquafortte, un ayudante traé una jarra con dos litros de chocolate caliente y una bandeja de exquisitos bollitos frescos. Petarda que no puede salir de su asombro pide permiso al oficial para comer una de las masas, marino asiente con un gesto leve y Petarda desesperada come uno, dos, tres y hasta cuadro bollitos. El capitán le pide calma y le alcanza una taza de chocolate para que pueda digerir la masa.
Cortina-------------------------------------------------------------------------
Relator: Mientras esto está sucediendo en la cocina del barco, doña Ríspida se ha puesto nerviosa e impaciente. A su alrededor el resto de los pasajeros sigue disfrutando del tibio sol que invade la cubierta, la maligna mujer busca desesperada a Jorobina y Ríspida sus dos hijas preferidas. No las vé, esto la exaspera, pero lo que más le preocupa es que Petarda no llegue con lo que le pidió.
Doña Ríspida: Esa Petarda es una inútila, la voy a reventare. Maledetta la hora en que tuve como hija a semejante CHANGALONA. La voy a reventare.
¿Pero que veo, es Petarda que viene con un mozo y el capitano dil barco. Y traen chocolatta y bollitos. MILAGRO, ESA INUTILA SE HA DISPERTATTO.
Relator: Doña Ríspida, la malvada, la insaciable sonríe feliz no puede creer que Petarda haya logrado traer una merienda rica y abundante para saciar su gula. ¿Qué pasará en el próximo capítulo?.
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