Siempre reconoceré que gracias a Mar del Plata y supermercados Aragone, pude poner en práctica "Arme la Góndola" el novedoso juego interactivo de las figuritas que tantas satisfacciones me dió en sucesivas oportunidades y siempre la respuesta del público fué más que exitosa. Ya llevaba varios concursos realizados con este sistema interactivo de mi creación y desde el comienzo me dí cuenta que éste entretenimiento dirigido al público adulto de alguna manera hace que la propuesta además de movilizar, despierte el niño interior que todos los mayores atesoran en su corazón. Sobre finales de los años noventa, decidí volver a Bahía Blanca mi ciudad natal, quizás porque comenzaba a extrañar mis lugares y también porque estaba bastante cansado de tantos "ires y venires" por diferentes ciudades del país. En Bahía, el ambiente se estaba "revolucionando" porque un nuevo shopping estaba a punto de inaugurarse sobre el final de la avenida Sarmiento, hoy llamada Alberto Cabrera como justo homenaje a un querido ser humano y gran jugador de basketball. La inminente apertura del "Paseo del Sol" llegaba como una luz esperanzadora y aires renovadores a una Bahía que también había sufrido la década improductiva gestada por el gobierno de Menem. El nuevo centro de atracciones prometía ser un epicentro dotado de amplitud y confort con una gran variedad de locales comerciales ocupados por reconocidas marcas y comercios. también pondría al alcance de las familias de ciudad y zona, cines dotados de máxima tecnología, patios de comidas, cafés y juegos para los niños.
Muchos empresarios pagaron por entonces fuertes sumas en dólares para "no quedar fuera del shopping" y las agencias de publicidad veían en ese emprendimiento a una importante cuenta. Alguien me sugirió que me presente ante el apoderado de este primer shopping que pronto abriría sus puertas a la ciudad y le lleve alguna idea publicitaria novedosa.
Me llamó la atención la cantidad de chicas y chicos licenciados en marketting que estaban trabajando en las oficinas del emprendimiento. Cuando me dieron el nombre y apellido de quien estaba al frente de la gigantesca construcción no dudé en presentarme ante él y ofrecerle una idea interactiva con "éxito asegurado". A Elvira se le había ocurrido que reflote de mi arcón de ideas una que se llamó "Armá el arbolito y Ganá". En pocos minutos y sobre una cartulina, dibujé un arbol navideño ornamentado con unos cien circulos similares a "bolas" decorativas colgadas de dicho árbol. Dentro de estas "bolas" irían pegadas fotos y logos de los más de cien negocios instalados en el nuevo shopping.
Cuando estuve frente a frente con quién tomaba las decisiones, con mucha seguridad le propuse la idea de lanzar el concurso en Octubre y Noviembre con el nombre de "Armá el Arbolito del Sol".Los interesados en participar debían concurrir al lugar y solicitar la hoja donde estaba dibujado el arbolito con los cien espacios redondos en blanco que el público debía completar con figuritas de color redondas que semanalmente y en series numeradas, se les irían entregando en el mismo shopping.
Todos los comercios y marcas que ya estaba instaladas en ese gran ámbito, no dudaron en apostar y auspiciar ese concurso. Una vez pactados mis honorarios, me puse a trabajar en el lanzamiento publicitario de la propuesta, anunciar en los distintos medios de comunicación los premios para los ganadores y llevar a cabo la producción gráfica del poster donde debían pegarse las figuritas e instrumentar la entrega semanal de las mismas.
Algo estaba cambiando en Bahía y eso me alegraba. El lanzamiento de "Armá el Arbolito" fué realmente exitoso, la gente llegaba todos los días en diferentes horarios a buscar su plancha de figuritas "redondas" que debía recortar prolijamente con una tijera siguiendo una línea de puntos y pegarla en el espacio correspondiente del "Arbolito del Sol".La impresión gráfica la llevó a cabo Sapienza Industria Gráfica y una de las preguntas que me hizo, Osvaldo, el propietario de esta importante imprenta fué porqué no habíamos hecho troqueles redondos para evitar que los concursantes tengan que recortar las imágenes a mano. Recuerdo que mi respuesta fué; "¿Y la terapia? No sabés que bién hace para el estrés y aliviar tensiones cotidianas el recortar a pulso las figuritas redondas".
Increíblemente, varios amigos y colegas asistieron a ese ritual donde todos los días podían verse a grandes y chicos en el shopping recortando las figuritas de unos seis centímetros de diámetro con pequeñas tijeras que traían desde su casa.
El primer gran premio que la administración del shopping había destinado para este evento fué un automóvil cero kilómetro y 100 premios más. El día del sorteo, que se llevó a cabo en la playa de estacionamiento, hacía más de 40 grados de calor y concurrieron cerca de 2500 personas. Esa tarde inolvidable actuó el "Grupo Universitario" una prestigiosa banda bahiense muy reconocida en argentina y distintas partes del mundo. En el shopping se recepcionaron en este concurso más de 70 mil cupones pertenecientes a participantes de Bahía Blanca y zona. Terminado este nuevo concurso de probada convocatoria, el shopping comenzó a decaer lentamente. Algo había fallado allí y fué una verdadera lástima, creo que faltó imaginación, continuidad y por sobre todas las cosas conocer la sicología de los bahienses. Hoy suelo recorrer lo que quedó del "Paseo" y recuerdo la gran euforia y expectativa que provocó en su momento aquella ansiada inauguración.
Por entonces el país estaba empezando a hacer agua, pronto vendría la violenta salida de un presidente con sangre de pato como De La Rúa, el llamado "cacerolazo" y otros acontecimientos lamentables que terminarían con una de las peores décadas argentinas.
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1 comentario:
a que pagina hay qu emandar el sueño para participar del concurso?
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