sábado, 29 de noviembre de 2008

2008, la casa de la ciudad de La Plata, renace de las cenizas.

Después del incendio que destruyó casi en un noventa por ciento los muebles, artefactos, ropa, libros, archivos y dañó seriamente techos y paredes, tanto Elvira, su hermana Elena y yó teníamos una asignatura pendiente con la vivienda platense que guarda tantos momentos inolvidables en su interior. Más allá de los recuerdos familiares antes mencionados, jamás olvidaré la gran cantidad de guiones, dibujos, diseños e inventos que logré en ese sitio que continúa cargado de una energía muy positiva y especial. Siempre tengo presente que durante el tiempo que yo permanecía allí, las ideas fluían en una constante sucesión creativa. Milagrosamente, la mayoría de los muchos y diferentes bocetos realizados sobrevivivieron al fuego devastador. En éste 2008, Elvira tomó la firme decisión de reparar la casa de calle 134 que tanto ama y a la que llama "su lugar en el mundo".
El destino puso en su camino a un señor llamado Carlos, quién se encarga con mucho profesionalismo y responsabilidad del minucioso arreglo de las paredes y los techos. La casa ha recobrado la luminosidad y calidez que parecía haber perdido, pero la férrea voluntad de Elvira quién se abocó al control de la obra. Felizmente, a esta altura del año que finaliza y como un hermoso regalo de navidad, Dios y sus espíritus, le devuelven una renovada imágen de esa hermosa, sencilla y mágica vivienda que renace de las cenizas rodeada de una colorida variedad de plantas, árboles y flores que la hacen más bella.

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