Había estado ausente muchos años de Bahía y los viajes que de tanto en tanto hacía a mi ciudad natal no eran muy seguidos. Mar del Plata me había recibido como si me conociera desde siempre y en poco tiempo me abrió las puertas de los medios de par en par, apostándo a mis ideas y brindándome todas las posibilidades para llevarlas a cabo. Nada de todo esto hubiera sido posible sin el valioso apoyo del público oyente y televidente que siempre me respondió, tanto en mis diferentes programas de radio y TV, concursos interactivos, obras teatrales o shows que tuvieron como escenario al teatro Neptuno, Lido y el Superdomo.
Volver a trabajar en Bahía no estaba en mis planes, había faltado demasiado tiempo y realmente no sabía si podría adaptarme a un medio con el que me había distanciado en 1987. Para mi sorpresa, cuando llegué en el 2003 con el fín de poner en marcha el concurso "Arme La Góndola" para Supermercados Burgos, me dí cuenta que había una generación de jóvenes que no se había olvidado de Pipo Palacios y todo lo que había dejado antes de partir. Esos chicos que hoy tienen 30 años recordaban con mucho cariño al "Hombre de Chapa", "El Sapo Sapienso", ambos en televisión abierta y también los distintos programas que hice en la querida LU3 Radio del Sur, entre ellos "Sabor a Vacaciones", "Desde el Jardín" y "Viva la Gente" junto a Sandro Romay y "Piquito" De Cunto. Los mayores de cincuenta tampoco olvidaban los antológicos "MH Positivos" que nacieron en Bahía y al poco tiempo se extendieron hacia todo el país durante poco más de 10 años de éxito ininterrumpido. Increíblemente, esas dos generaciónes tenían intactas las imágenes de mis personajes y el audio frenético y divertido de mis contenidos radiales que evidentemente marcaron una época. En una oportunidad, en una extensa entrevista que me hizo en su programa radial, Andrea Guerras, una excelente, jóven y bonita conductora de radio y televisión, me hizo saber que había tomado la decisión de seguir la carrera de locutora y periodista al escuchar mis programas y entonces dijo; "Yo quiero ser como éste tipo". Lo que Andrea me confesó en esa oportunidad me llenó de orgullo, quizás porque desde siempre, mi apodo de "el Loco" Pipo me llevó por una ruta apasionante, diferente y allí supe que caminar por la vereda de enfrente sería mi destino como creativo, dibujante y animador. Volviendo al tema de mi regreso, acompañado por Virginia y Gisela Burgos, en el 2003 y después de 16 años, volví a los estudios de LU2 Radio Bahía Blanca AM. El envío que iba en vivo,se llamó "Arme la Góndola con los Super Burgos", se emitiá de 15 a 18 horas y en cada llamado de los cientos de oyentes participantes, sentía que nadie me había olvidado y celebraban que estuviera nuevamente en la radio entreteniendo a la gente. Mucho tiempo había transcurrido y reconozco que en el primer programa estaba muy nervioso y también emocionado porque si bien nadie es profeta en su tierra, nuevamente la vida me ponía frente a otro desafío; "Volver por un rato a la emisora que me vió nacer cuando solo tenía 23 años". Felizmente durante el período veraniego que duró el programa, todo resultó satisfactorio y quedó una muy buena relación con la familia Burgos, quienes en todo momento apostaron plenamente a la puesta en marcha de "Arme la Góndola".
Después de cerrar este evento donde participaron miles de clientes, mi plan era regresar a nuestra casa de la Plata y allí, abocarme de lleno a seguir dibujando cómics, publicarlos en Barcelona y cumplir con mi postergado sueño de montar una pequeña editorial de todas mis producciones para distribuírlas en Argentina y Chile.
En ese mismo año, puse en marcha dos ideas que tuvieron gran repercusión; el juego interactivo "Corazones Regalones" y "El Ofercómic". Simultánemanete con el apoyo de Canal 9, realicé un lanzamiento piloto del álbum de figuritas "Econautas", dirigido al público infantil que fué editado por Industria Gráfica Mussini. En corto tiempo, mi retorno a "casa" tuvo muy buena repercusión y no podía quejarme, de alguna manera había vuelto a ocupar mi lugar. Meses después, con Gisela Burgos y Virginia, habíamos planeado la eventual edición de una revista pequeña, cómoda y de distribución gratuita conteniendo exclusivamente ofertas de productos de supermercado, horóscopos y notas.
Lo que más me entusiasmaba de la insólita idea, era lo inédito de la misma, ya que no existe en Argentina una publicación de doble utilidad para quién la recibe y estábamos seguros que si se imprimía con buen contenido y calidad, tendría mayor efectividad que un volante convencional y nadie la arrojaría en la calle o un cesto de residuos. Solo se hizo un boceto de ese proyecto gráfico que en principio solo se ofrecería a los supermercados Burgos. La atracción serían los horóscopos, ya que esa lectura es muy bién recibida e interesa a todo el mundo, también le agregaríamos entrevistas hechas por Gisela a personajes locales y otras de interés general. La distribución sería gratuita y a través de las líneas de cajas, se entregaría en mano a los clientes del supermercado.
Acordamos con Virginia y Gisela en ir avanzando en la propuesta y para ello confiamos la idea a una muy buena vendedora de publicidad que había conocido cuando produjimos "Arme la Góndola". Por alguna extraña razón, el proyecto de revista nunca llegó a manos de Jorge Burgos y Jorge Sierra. Este último era en esa época socio igualitario de la empresa. Al tomar conocimiento de ésto, me empeciné en hacer realidad el sueño de "Signos y Marcas", ya que el proyecto además de ser novedoso, prometía ser medianamente rentable. Como ya relaté antes, en una sola reunión que mantuve con Sierra, Jorge Burgos y su hijo Martín, nos pusimos de acuerdo y en un caluroso Febrero del 2004, la revista dió a "luz" con una importante recepción por parte de los miles de clientes de la firma.
Siempre ha sido una constante en mi carrera que algunos colegas "grisáseos" y poco imaginativos vean mis ideas como "locas" o inconducentes, aunque por suerte, Dios y los hechos probaron siempre lo contrario. Tuve muchos vaticinios adversos respecto al futuro de la publicación, aunque estos pronósticos negativos, solo lograban potenciar mi energía a la hora de pelearla para que la revista no naufrague. El pilar más valioso fué Gisela, quién con sus juveniles 21 años de edad demostró ser una periodista profesional de alma que buscaba la perfección en cada nota, poniéndole pasión y talento a cada uno de los antológicos artículos que aparecían con su firma.
En los inicios, la revista transitó por varios altibajos de producción. No lográbamos dar con diseñadores que se involucraran plenamente con el producto, posiblemente porque no lo entendían y no teníamos otra alternativa que seguir probando sobre la marcha, al punto que en los primeros doce números habíamos cambiado cinco diseñadores. Esta dificultad generaba inconvenientes a la hora de contar con un estilo determinado, lo mismo sucedía con la impresión, muchas veces con entregas fuera de término, errores de fotocromía, ejemplares de menos, etc.
Ya en el número 12, entendí que habíamos llegado a la altura ideal de cualquier publicación, pero si bién habíamos alcanzado el primer tramo de la meta, ahora vendría lo más complejo; mantenerse, mejorar en cada entrega y en lo posible, crecer.
Con una hermosa y concurrida fiesta, celebramos el primer año de "Signos y Marcas", al que asistieron los integrantes del staff, proovedores anunciantes e invitados especiales. Estábamos felices con el logro obtenido, pero el 22 de Julio del 2005, la vida nos juega una sorpresiva y fatal jugada cuando Gisela pierde la vida en un incomprensible accidente de tránsito. Aquel invierno nos llenó a todos de una incurable tristeza y coincidentemente, ese mismo día yo llegaba de la ciudad de la Plata, después de ver y dejar nuestra casa de allá totalmente en ruinas, a causa de un incendio que el 24 de Junio, la destruyó casi en su totalidad. Gisela había partido con apenas 23 años de edad y un venturoso futuro por delante. Para mí, ya no tenía sentido alguno seguir trabajando en la revista, porque esa "piba" sabía pelear por sus ideales y me generaba la adrenalina necesaria como para cumplir objetivos. Mi experiencia de tipo maduro y experimentado en esta profesión muchas veces chocaba con el ímpetu y las convicciones férreas de Gisela y sin ella, sentía que no existía motivación alguna para seguir. La familia Burgos se fué rearmando como pudo, no es fácil salir de tamaño trance, ya que las heridas del alma, suelen tardar toda una vida en cicatrizar y decidieron que el mejor homenaje que podía hacerse en memoria de Gisela era continuar con "Signos...". Allí fué donde empecé a conocerlos mejor y decidí apoyarlos en lo que hiciera falta. Comenzamos con la construcción de la imágen publiciaria de los negocios, al punto que en varias ocasiones con la ayuda de Martín y Javier Leiva, el encargado de los negocios, inventábamos concursos como "Domingo Bomba" o "La Góndola del Tesoro", aunque aquello, en el fondo, era un pretexto encubierto para generar distracción y motivación al matrimonio formado por Jorge y Angela Burgos. Eramos concientes que nuestros intentos y realizaciones, todas exitosas en sus convocatorias de público interviniente, de poco servirían al momento de penetrar en los sentimientos de tristeza de ambos.
Quién desde los inicios había tenido la misión de oficiar como moderadora y administradora de la revista es Mónica Burgos, ella hasta hoy, es la encargada de ayudar a definir los temas a tratar y por sobre todas las cosas corregir las notas, tarea que lleva a cabo con eficiencia y una gran dosis de compromiso. Martín desde el principio, apoya incondicionalmente en la motorización de los eventos, logística y producción. Jorge Burgos es quién además del manejo del negocio, se ocupa de la venta publicitaria a sus proovedores. A Jorge, lo veo como un verdadero gladiador de la vida, alguien que día a día la pelea infatigablemente para mantener en alto la única cadena supermercadista familiar de la ciudad y ésta tarea titánica, la logra con una mínima estructura administrativa y más de 120 empleados a su cargo, mérito logrado en base a perseverancia, esfuerzo y la intuición que solo brinda la "facultad" de la calle o el hecho de hacerse bién de abajo. En éstos cuatro años que resido casi permanentemente en Bahía, en la misma casa que compramos hace 37 años con Elvira, estoy muy satisfecho con lo logrado en los distintos desafíos de marketing directo que emprendimos con la familia Burgos,a quién siento en verdad, como propia. Hoy, al escribir esta nueva página de mi blog titulado "La Vida es Sueño y de los Sueños Vivo", no puedo dejar pasar este importante capítulo afectivo compartido con ellos y su personal ya que en esta etapa de mi carrera mucho me han apoyado para desarrollar acciones nuevas y generar piezas publicitarias que al ser escuchadas son reconocidas por el público por el inconfundible sello de Pipo Palacios.
Nunca tomé a "Signos y Marcas" como un negocio brillante, ya que conozco perfectamente sus limitaciones, pero esa marca tan impuesta y querida por sus lectores, constituye una real cuestión de honor para la memoria de Gisela, porque hay y habrá mucho de su esencia en el contenido de una revista que la cuenta como entusiasta fundadora y donde habita la brillante luz de su espíritu. Definitivamente, quiso el destino que aquel no tan lejano sueño o ideal, se plasmara en papel y se convirtiera en una tangible realidad que forma parte de la historia editorial de la ciudad y zona, al punto que cada mes, más de veinte mil lectores coleccionan los ejemplares de "Signos y Marcas". A esta altura de mi existencia, solo pretendo proteger al máximo una imágen que ganamos sin liviandades, con mucho esfuerzo y que nos representa, tanto a mí como a supermercados Burgos. Destaco que el equipo de "Signos y Marcas" está integrado por Virginia en astrología, la periodista Melisa Pesado,esposa de Martín, Gretel Olivares y los diseños a cargo de "Ricky" Perez Cigoy con Claudia Torresi en la coordinación.
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