Siempre fuí un amante de los superhéroes, al extremo que poseo una abundante colección de comics nacionales e importados de todos los tiempos y géneros. Una gran parte de éste material gráfico está relacionado con personajes clásicos como Bátman, "El Hombre Araña" y Súperman, entre los más conocidos. Siempre pensé que en publicidad todo es posible si se logra diseñar una figura de fuerza, que se identifique con los beneficios que ofrece la empresa o producto a promocionar. Un dibujo llamativo si está bién logrado logra imponerse entre los consumidores y se transforma en una data gráfica (o logotipo) que se relaciona visualmente con la marca anunciante. Uno de mis mayores logros fué "El Hombre de Chapa", que durante 3 o 4 años y por su originalidad, se hizo muy popular en la televisión abierta de Bahía Blanca. Este superhéroe fué creado para un conocido comercio de autopartes de automóviles. En común acuerdo con los propietarios de esa empresa, decidimos armar una pieza televisiva diferente a las tradicionales. Esta promoción significaba un verdadero desafío ya que debía producir un comercial de bajo presupuesto que sin ser una animación tuviera bastante fuerza y movimiento. Algo similar a un cómic con relato en off y efectos especiales de audio. Cada video duraba unos 25 segundos y en el se mostraba a un hombre común que cuando veía un choque en la vía pública, instantáneamente pasaba de testigo a protagonista transformándose en "El Hombre de Chapa" . Con increíble velocidad, este personaje reparaba los vehículos colisionados dejándolos finalmente en impecable estado. La idea era obviamente un derivado de los superhéroes convencionales, con la diferencia que "El Hombre de Chapa" cuando entraba en acción no tenía un rostro definido. La única expresión estába en su boca y su misión era solucionar los problemas de vehículos que chocaban. A los pocos días de salir al aire, este novedoso comercial logró un éxito rotundo y se convirtió en el favorito de chicos y grandes. Cada pieza televisiva se realizaba con una serie de cartones pintados con acuarelas que eran grabados "cuadro a cuadro" en tomas de 1 a 2 segundos cada una utilizándo dos cámaras e iluminación de estudio. Posteriormente se editaban las secuencias en base al audio original.
El sonido que acompañaba tanto los comerciales de televisión como los de radio fué realizado por Esteban Olivio Quaglia, un excelente operador de LU3 RadioDel Sur, quién logró imprimir el clima y ritmo necesario que requería la propuesta. En nuestra casa de La Plata, guardo en mi estudio los más de 40 cartones originales del "Hombre de Chapa". Varios de estos cuadros los exhibí en distintas muestras de cómics a los que fuí invitado y curiosamente siguen siendo tan atractivos como en su época. Esto lo he comprobado cuando muchachos nostálgicos (Hoy hombres y radicados en otras ciudades) que alguna vez admiraron a esta figura cuando vivían en Bahía Blanca siendo niños, quisieron comprarme alguno de esos dibujos para tenerlos como un recuerdo de su infancia, algo que no haría de ninguna manera. En total se pusieron en el aire 3 comerciales diferentes del superhéroe de las autopartes.
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