Recuerdo que el dueño de una casa de ropa sport unisex llamada Cat Baloo y que marcó una época por su originalidad, me pide que prepare una campaña gráfica y televisiva para "JB" una nueva marca de jeans que había elegido a Bahía Blanca para hacer el lanzamiento del producto.
Jorge, el propietario de Cat Baloo, siempre me había dado absoluta libertad creativa. Esta firma funcionaba en calle O´Higgins al 700 y el amplio local estaba ambientado con una muy cuidada onda western. Las paredes habían sido revestidas con maderas donde se exhibían réplicas de armas del lejano oeste, dibujos de esa época, etc. Para Cat Baloo, había filmado un comercial con sonido que tuvo gran repercusión, porque era diferente a todo lo conocido en televisión. El rodaje se hizo en una localidad llamada Aldea Romana y utilizamos como escenografía el sector de una calle que tenía aún casas de adobe y calles de tierra. Por suerte, había llovido y el barro contribuía a darle más realismo a lo que yo quería lograr en esa filmación cuyos responsables de cámaras eran Miguel Tomé y Abel Sosa. El argumento del comercial se basaba en un tiroteo entre el modelo protagonista que llegaba al pueblo y 3 mexicanos feos y desprolijos que finalmente eran vencidos por el "muchachito" héroe.
El filme cerraba con el pistolero "ganador" junto a las dos hermosas chicas que había venido a rescatar y aparecían exhibiendo jeans y camisas de Cat Baloo. La pieza televisiva tenía mucha fuerza de imágen y sonido, ya que los balazos se oían como en las películas de Franco Leone (el genial creador de los famosos "westerns Spaguetti").La cuidada edición final, hizo que "el duelo", fuera un éxito publicitario.
Los directivos de "JB" habían visto ese comercial y querían algo parecido o superior para imponer su línea.
Para presentar esos nuevos jeans, se me ocurrió armar la escenografía de un cementerio donde aparecían varias lápidas y en ellas se veían claramente las inscripciones de marcas líderes de la competencia que supuestamente "yacían enterradas". La cámara mostraba en primer plano y uno por uno los nombres y logotipos de reconocidos jeans nacionales e importados. El clima tétrico de los primeros segundos estaba acompañado por una música de suspenso y luego la cámara se elevaba hacia el sector alto del "camposanto". En ese momento se producía un estallido, todo se iluminaba y aparecía el logotipo de "JB" por encima de todos los que "habían muerto y estaban sepultados".
En ese instante se escuchaba una voz en off diciendo; "Todos los jeans que vos conocías, ya no existen, ahora...nace "JB", el único jean con vida."
El argumento del comercial televisivo se adaptó a un aviso gráfico que publicamos un día domingo. La respuesta fué inmediata, el dueño de Cat Baloo y la gente de "JB" estában eufóricos. En un solo día, habían agotado el stock. El problema surgió cuando 24 horas después de aquella publicación aterrizaron en Bahía los abogados que representaban a las importantes marcas que figuraban en las lápidas y venían dispuestos a iniciarme una querella por publicar ese aviso agresivo.
Felizmente todo se arregló extrajudicialmente y se reparó el "daño" publicando una nueva pieza gráfica, esta vez con los nombres tachados de los "fallecidos".
Obviamente, después de aquel incidente que por suerte no pasó a mayores, el comercial televisivo jamás salió al aire y no tuve otro remedio que hacer una campaña más light.
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