Siempre consideré a la radio como a uno de esos amores a los que uno puede volver una y otra vez sin dar explicaciones porqué se fué alguna vez. Por alguna razón inexplicable, siempre sentí que ese medio mágico siempre estuvo allí esperándome para iniciar algo nuevo. Con el tiempo, me daría cuenta que no existen emisoras buenas y malas, grandes o pequeñas. El oyente que es quien definitivamente acepta o nó lo que le estás entregando en tu espacio. Si el contenido que le das es sincero y le ponés toda tu pasión, con seguridad se convertirá en un seguidor incondicional. Presentar música, era algo que me había cansado. Ser la voz eufórica de los "MH Positivos" era una tarea que venía haciendo sistemáticamente desde hacía muchos años y que a mi entender ya había cumplido su ciclo. Quería hacer algo distinto, más jugado, menos estructurado y por sobre todas, ser yó mismo e interactuar con el público. Por la misma época de "Cripy", Oscar Coleffi, un destacado relator deportivo y buen amigo mío, me ofrece integrarme a LU3 Radio del Sur, ya que había sido designado gerente general de ese medio. Coleffi tenía mucha experiencia en comercialización publicitaria y además de ser una gran persona, también tenía la virtud de innovar. Nos pusimos de acuerdo y me confió la conducción de un programa sabatino con una duración de 3 horas. En ese espacio contaría con apoyo de producción en piso y esto significaba una gran ayuda a la hora de ofrecer diversas motivaciones o temas que pudieran provocar la ansiada comunicación en directo utilizando la vía telefónica. Una tarde,antes de comenzar el programa, la señora "Naty" Petrosino, que por entonces comenzaba a poner los primeros cimientos de una extraordinaria obra llamada "Hogar del Peregrino",se presentó imprevistamente en el estudio. Estaba vestida de blanco y me comentó que necesitaba materiales de construcción, algún lavarropas usado y cocinas para el hogar que se estaba iniciando. Le dije que podíamos hacer una campaña improvisada y pedir esos elementos al aire. Yo conocía a "Naty" quien hasta hacía poco tiempo, además de ser una de las mujeres más hermosas de Bahía, también disfrutaba de un buen pasar económico y vivía rodeada de comodidades junto a su familia en una amplia casa del Barrio Palihue. Un sector residencial donde habita gente de buen pasar económico. "Naty",aseguró que había tenido una señal de Cristo y a partir de ese llamado, cambió totalmente su vida de mujer burguesa , dejó su casa de Palihue y se dedicó decididamente a ayudar a la gente humilde de la ciudad y alrededores. "Naty" Estaba construyendo el hogar con sus propias manos, escasos recursos y la ayuda de unos pocos y fieles colaboradores. En verdad, la mayoría de los ciudadanos de Bahía, no creían en esa repentina transformación de aquella mujer a la que consideraban una mística o simuladora que buscaba llamar la atención a toda costa. Recuerdo que ella estaba sola y se había sentado frente a mí. Antes de ir al aire, le dije; "Naty", ¿te parece que tendremos respuesta?, mirá que yo hace años que no hago una campaña por radio. Me miró con sus ojos bellos ojos celestes llenos de paz y con voz muy calma me respondió; "Quedáte tranquilo Pipo, el señor vá a hacer el milagro". A partir de estas palabras de "Naty", los teléfonos comenzaron a sonar sin cesar. "Naty" sonreía, luego cerraba los ojos y movía los labios. Supuse que estaba rezando en silencio. Ante la avalancha de donaciones, tuve que extender más tiempo el programa y gracias a Dios, aquel sueño de "Naty", comenzaba a hacerse realidad. El "Hogar del Peregrino", recibió todo lo que en ese momento necesitaba y mucho más. Tiempo después aquella mujer duramente criticada en sus comienzos, con gran sacrificio y constancia logró edificar un gran predio donde llegaría a darle de comer a más de 5000 personas por día. A los pocos días de aquella exitosa campaña, la fuí a visitar. La encontré arrodillada, manchada con restos de materiales y haciendo ella misma un piso de cemento alisado. Sus manos que alguna vez, al igual que su piel habían conocido los cuidados de los mejores salones de cosmética integral, ahora exhibían las crudas huellas del trabajo duro. Su rostro sin maquillaje no denotaba cansancio alguno. La ví feliz y entusiasmada. Me mostraba los sectores que estaba edificando para albergar, alimentar y atender a los desvalidos y con alegría me iba comentando sobre las futuras ampliaciones que tenía proyectadas.
Después de aquel "Milagro de Radio", no volví a ver a "Naty". Ya estando fuera de Bahía y viviendo en Mar del Plata, me iba enterando que "El Hogar del Peregrino" crecía cada vez más y contaba con ayuda de empresas, el municipio y con muchos ciudadanos voluntarios que destinaban parte de su tiempo a colaborar con la noble causa de "Naty". Luego de aquella edificante experiencia, vinieron hacia mí nuevos "Milagros radiales" que además de infundirme fuerza espiritual, me posibilitaban una nueva actitud ante la vida. Comencé entonces a tratar de ser más solidario, desprenderme de mis egoísmos y luchar para dejar una huella de hechos edificantes y saludables en mi tránsito breve e incierto por este plano terrenal. Recién a finales del 2007 y por pura casualidad, volvímos a encontrarnos con "Naty". Habían pasado casi 25 años de aquello, y fué una gran alegría para ambos recordar ese momento maravilloso e inolvidable que alguna vez habíamos protagonizado. Actualmente "Naty" Petrosino está llevando a cabo su misión en el norte Argentino.
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