jueves, 31 de enero de 2008

"El Club del Principito", un gran desafío radial.

En 1974 nuestra agencia, además de afianzarse, comenzaba a sumar nuevos anunciantes. "Pierino" estaba a punto de demostrar que además de ser un dibujante humorístico excepcional, también probaría sus condiciones como actor. Uno de mis sueños era poner en el aire de LU2 Radio Bahía Blanca, un programa infantil. Como siempre, Alberto Fort, el gerente de la emisora me escuchó atentamente y al finalizar mi alocución que pretendía ser convincente, me dice; ¿Le parece que va a funcionar un programa diario para chicos en una radio?. Sí, estoy totalmente seguro, le respondo. Déjemelo pensar, mañana le contesto dice Fort. Las series de dibujos animados estában en su pleno apogeo. Todas las tardes después de las 17 horas, la teleplatea infantil se "plantaba" frente al televisor y no se perdía las series de aquella época.
Fort me dió "luz verde" y no podía fallarle. El programa radial tendría una duración de media hora e iría de lunes a viernes a las 17,30 horas.
En esa época no se utilizaba el termino interacción y ese "ida y vuelta" con los chicos era lo que yo necesitaba para que "El Club del Principito" se convirtiera en un éxito comercial y de audiencia.
María Palma Nazzaro, una muy buena locutora de LU2, sería la conductora. Nestor Matoso, locutor y publicista renombrado, oficiaría de relator de la miniserie de 5 minutos de duración que se emitiría dentro del programa. Una fábrica de alfajores y bombones de Bahía, llamada Savoy, fué el primer auspiciante. Con esta empresa nacen "Las Aventuras del Super Savoy". Yo estaba a cargo de los libretos que se grababan en un día determinado de la semana en los estudios de LU2.
"Pierino" siempre hacía roles de villano muy creíbles y divertidos. También habíamos incorporado otros actores al elenco de la miniserie que a las dos semanas de salir al aire, ya era un verdadero suceso. María Palma era la encargada de comunicarse a través del correo postal con los niños que se asociaban al "Club del Principito"y recibían en su domicilio un carnet que los acreditaba como amigos del programa.
María también se ocupaba de responder las miles de cartas que enviaban los pequeños oyentes de Bahía Blanca y las distintas localidades de la zona, llegando a asociar a más de 7000 chicos. Al "Super Savoy", le sucedió el "Valiente y Justo Capitán Musto",una empresa que fabricaba y vendía zapatillas en todo el país a través de sus propios locales. Uno de los hechos sobresalientes de esta última serie, era la participación de Eduardo Fernández, quien además de ser un gran amigo mío, y apoderado general de la firma Musto, también interpretaba con un seudónimo artístico, el papel protagónico del superhéroe de la "Zapatilla Voladora".
Los hermanos Gilbert y Rubén Darío Azpeitía junto a Roberto Giangreco, eran los responsables de la grabación de la miniserie, logrando una edición y efectos especiales con calidad única.
La revista "Billiken", publicaba quincenalmente los avisos gráficos que promocionaban este envío que se mantuvo durante 5 años en el aire de la radio.
Con "El Club del Principito" y la magia innegable que genera el audio en la imaginación infantil, le habíamos ganado una pulseada a la televisión, algo no muy sencillo por aquel entonces.
Felizmente pude guardar varias cintas conteniendo las grabaciones de las miniseries. Y estoy plenamente seguro que si hoy, cualquier emisora pone en el aire un producto de estas características, tendría el mismo resultado de entonces, con la ventaja de poder grabar con tecnología digital los capítulos de la serie y los niños oyentes, valerse de internet y los mensajes de texto de sus celulares para interactuar con la radio.

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