domingo, 16 de marzo de 2008

Triste y Solitario Final de "LA COMADREJA".

Hasta el fin de mis días, sostendré que los ciudadanos Marplatenses son excelentes personas que permanentemente se ven defraudadas por "aves de paso" que llegan a esa hermosa y atractiva ciudad provenientes de distintas partes del país, pero la mayoría llega de Capital Federal. Muchos gerentes de empresas o encargados, solían arribar a la "Feliz" omnubilados por la belleza natural de esta amplia urbe costera y pretendían "exprimir" al máximo en su propio provecho los 2 ó 3 años que debían permanecer en sus cargos transitorios. Con "La Comadreja", calculo que pudo suceder lo mismo. Ella quería tener su minuto de gloria en un medio complejo como la televisión y creo que de TV, apenas sabía cómo manejar el control remoto. Yo fuí una verdadera víctima de la nefasta y oscura "Comadreja" . Muchos sobrevivientes de aquellos años de su gestión intrascendente, pueden certificarlo, pero eso no me convirtió en mártir, porque ante el estado de cosas y el perjuicio económico y anímico que me causaba la actitud enfermiza de la "Comadreja", bien podía haberme ido del canal o rendirme finalmente a sus caprichos y soberbia extrema. Tanto yó como mi pequeño equipo de colaboradores, seguimos resistiendo como pudimos al "ninguneo" de esta mujer. Mientras tanto, en la avenida Juan B.Justo, los negocios y fábricas de sweters y camperas iban cerrando a velocidad increíble, llegando a convertir esa zona en un páramo triste y desolado.
En el puerto, los tradicionales pesqueros, arrasados por la tecnología de los buques factoría extranjeros que pescaban a gusto y discreción en nuestras propias aguas, se iban pudriendo al sol y casi 100 mil trabajadores de la pesca pasaron a ser desocupados.
Un buen día, algo sorpresivo sucedió en el canal y la "Comadreja" fué despedida en pocos minutos. La "reina" de la TV de cabotaje, había sido derrocada. Ya sin el esplendor de su trono endeble, pasó a ser una paria a la que nadie decía conocer.
A "rey muerto, rey puesto" y de un día para otro, todos los alcahuetes unisex que conformában el mediocre séquito de la "Comadreja", empezaron a rondar por el edificio del canal buscando la simpatía y aceptación de las nuevas autoridades. Una mañana, recibo el llamado de dos auditores de ese medio pidiéndome almorzar conmigo. Fuimos a un restaurante de la costa, eran dos muchachos jóvenes con aspecto de "yuppies" y querían saber porqué la "Comadreja" me había hecho una guerra tan incomprensible y estúpida. Ellos sabían absolutamente todo y estos datos los habían obtenido por parte de viejos empleados confiables del canal.
Me pedían que escriba una acusación firmada para sumarla a una o varias causas que los propietarios de la empresa le iban a iniciar. Confieso que tenía todas las pruebas necesarias para hundir definitivamente a la "Comadreja", pero no quise hacerlo. Me negué rotundamente, solo les dije: "Que Dios se apiade de esta pobre mujer".
Aún hoy, a través de buenos amigos que tengo en Mar del Plata, me llegan noticias relacionadas con "sicarios" ya destituídos de la época de la "Comadreja" donde confiesan sentirse arrepentidos de injustas decisiones que habían tenido que tomar para conmigo y como excusa vulgar, agregaban: "Eran órdenes de arriba, nos vimos obligados, éramos nosotros o Pipo".
Por último, la "Comadreja" se encerró en un pequeño departamento, donde pasaba horas interminables mirando por la ventana. Fuí a verla un par de veces y sentí mucha lástima por ese ser tan mezquino que tanto daño gratuito me había causado. En esas 2 oportunidades le hice saber que se quede tranquila porque yó no accionaría en su contra. Creo que esa fué la última vez estuve con la "Comadreja",que en una actuación poco creíble, me pidió perdón por sus procederes,
Al irme del edificio, en esa fría tarde de invierno pensé: ¿Que habría hecho otro tipo en mi lugar? ¿Porqué me salió el perdonar a esta mujer de mierda? Pensé en los males que el odio y el rencor provocan en el cuerpo y el alma. ¿Que me estába pasando?. Al cruzar la calle miré hacia lo alto e imaginé a la "Comadreja" con sus ojos pequeños y su mirada de hielo preguntándose: ¿Que habré hecho mal, porqué me sucedió esto y porqué éste, que es el tipo que más perjudiqué es el único que vino a compadecerse de mí?

1 comentario:

F O L E N dijo...

Pipo: Muy buenos tus relatos. Desearía que te comunicaras conmigo a
tangomias@gmail.com.
Un abrazo
Tino Diez